miércoles, 16 de marzo de 2016

El espíritu de un PLE nace del principio pedagógico del aprendizaje personalizado





La tercera semana fue, en términos narrativos, el momento clímax de nuestro curso. Allí pudimos empezar a comprender el marco y las premisas pedagógicas que impulsan el desarrollo de un aprendizaje personalizado y auto-dirigido, y por tanto enfocado en la creación de Entornos Personales de Aprendizaje que ayuden a capitalizar las búsquedas y mostrar el desempeño y metas alcanzadas durante el proceso de aprendizaje.

En ese sentido, nos quedamos con algunas premisas iniciales para entender el Aprendizaje Personalizado como la pedagogía centrada ya no en el maestro sino en los intereses, niveles mostrados por el propio estudiante, así como de las metas planteadas.

Es difícil, igualmente, aplicar la pedagogía de la formación intencional o personalizada si la estrategia institucional se resume en el éxito y el rendimiento grupal.

Premisas del Aprendizaje Personalido


  • Lo primero es el reconocimiento de que el alumno, en alguna medida, sabe, conoce. Eso implica un nivel de análisis previo del estudiante y de sus variables dominantes (intereses, nivel educativo, competencias) y en función de eso diseñar y planificar un conjunto de estrategias para elevar su desempeño de acuerdo a necesidades y metas preestablecidas.



  • La planificación y ejecución de la estrategia formativa está en función de hacer prevalecer el aprendizaje intencional, es decir, de concebir diversos itinerarios para que el conjunto de alumnos desarrolle sus propias e intransferibles habilidades, eleve su desempeño y alcance las metas del curso que son también sus metas particulares trazadas inicialmente.

  • El alumno sabe y por tanto está en capacidad de aprender en un proceso continuo donde se ponen de manifiesto intereses, habilidades y capacidades adquiridas. De este modo, lo importante a evaluar, o lo central, no es la acumulación de conocimientos específicos impartidos por el maestro, sino el desarrollo de habilidades para continuar aprendiendo y elevando los niveles de desempeño. Es allí cuando cobra importancia la transferencia de las herramientas TIC e itinerarios diversos para que el alumno tenga caminos que seguir. El conocimiento no es un dato, en todo caso, es un camino.

  • Eso hace del maestro un gran motivador, una gran facilitador, un maestro o maestra entrenada y capacitada para trabajar con inteligencias múltiples y en entornos de enseñanza personalizado. Todo un reto para el siglo XXI donde los saberes formales e informales tienen dinámicas poderosas y cada vez requieren de más plataformas multimodales e itinerarios diversos para aprender y expresarse.

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